La terapia frecuencial es un proceso que utiliza aparatos de inducción de frecuencia para trabajar con el sistema óseo.
Esta modalidad terapéutica emplea dispositivos especializados que emiten frecuencias específicas al cuerpo del paciente con el objetivo de simular las frecuencias cerebrales asociadas a ciertas emociones o pensamientos.
Estos aparatos están diseñados con precisión para generar ondas frecuenciales digitales con mediciones exactas.
La base de esta terapia radica en la premisa de que nuestra mente y nuestros sistemas biológicos están influenciados por las frecuencias emitidas por el cerebro durante los procesos de pensamiento y las experiencias emocionales. Cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo guarda una relación directa con el sistema nervioso central.
Cuando las frecuencias mentales disminuyen debido a factores como el estrés, la ansiedad o los desequilibrios emocionales, pueden surgir enfermedades, falta de energía o alteraciones en el sistema inmunológico.
Los aparatos de inducción de frecuencia se utilizan para restablecer y armonizar las frecuencias naturales del cuerpo. Estos dispositivos emiten frecuencias específicas seleccionadas según las necesidades individuales de cada persona, basadas en los estudios del Dr. David R. Hawkins. El fue un reconocido médico, psiquiatra y pensador conocido principalmente por su trabajo en el campo de la espiritualidad y la conciencia humana.
Hawkins desarrolló un sistema de medición llamado “Escala de Conciencia” que asigna valores numéricos a diferentes estados de conciencia. Sus investigaciones brindan una base científica para la selección precisa de las frecuencias utilizadas en la terapia frecuencial.
La teoría subyacente de la terapia frecuencial con aparatos de inducción de frecuencia se basa en la exposición del cuerpo a frecuencias específicas para estimular la autorregulación del cortisol, la hormona del estrés. Esto permite un funcionamiento cognitivo más estable, mejorando el razonamiento y el control emocional.
Además, se cree que estas frecuencias pueden ayudar a restaurar el equilibrio energético, mejorar la circulación, reducir la inflamación, aliviar el estrés y promover la relajación profunda.
Es importante tener en cuenta que la terapia frecuencial es un enfoque complementario y no reemplaza el cuidado médico convencional. Se recomienda que sea administrada por profesionales de la salud mental como apoyo para sus terapias verbalizadas adaptándose a las necesidades individuales de cada persona.
Este enfoque terapéutico ha demostrado beneficios en áreas como la reducción del estrés, alivio del dolor, mejora del sueño, mejora emocional y autoestima. Aunque la investigación científica en este campo está en desarrollo, constantemente se están obteniendo evidencias de su eficacia en diversas partes del mundo y en diferentes contextos.
En resumen, la frecuenciología es una modalidad terapéutica prometedora que utiliza frecuencias específicas para emular estados cerebrales deseados, como voluntad, aceptación y alegría, entre otros.
Si bien es un modelo relativamente joven, se continúa investigando y evaluando su impacto para lograr una comprensión más completa de sus beneficios terapéuticos.